La ansiedad en personas altamente sensibles: 5 estrategias para combatirla
Elisenda Bolívar Comentarios 0 comentarios
En lluviosos días de otoño, en frías noches de invierno, en cálidos atardeceres de verano o incluso en florecidos amaneceres de primavera, ELLA, tan incontrolable, tan intensa, tan dolorosa. Aparece en tu pecho, en tu cabeza, en tu respiración. No te deja ser, pensar, actuar.
La ANSIEDAD es así: imprevisible, intensa, cargante.
Quizá no tengas claro si lo que sientes son síntomas compatibles con la ansiedad o quizá lleve viviendo contigo durante una temporada. La ansiedad es el principal motivo de consulta en los centros de atención primaria y por ello, la Organización Mundial de la Salud emitió un comunicado alertando de esta situación.
Vivimos en una sociedad que premia la productividad. No somos capaces de pararnos, nos culpabilizamos cuando lo hacemos y cuando nuestro cuerpo pide auxilio lo ignoramos activando el piloto automático frente cualquier pantalla.
Todavía recuerdo mi sorpresa el día que viví mi primera crisis de ansiedad. No entraba en mis planes. Debía ir a trabajar, ¿qué me estaba pasando?
La ansiedad y sus síntomas
La ansiedad se puede manifestar de distintas maneras que afectan a nuestro cuerpo, mente y emociones.
Síntomas Físicos
- Opresión torácica que podemos confundir con problemas cardíacos, pero que está relacionada con la tensión muscular
- Palpitaciones e incluso sensación de latidos irregulares
- Sensación de ahogo, respiración rápida y superficial
- Mareos o sensación de inestabilidad (vértigo) como respuesta del cuerpo al estrés
- Fatiga o sensación de cansancio y debilidad
- Temblores
- Dolores de cabeza o espalda, generalmente tensionales
- Problemas gastrointestinales como diarrea o estreñimiento
Síntomas Mentales
- Exceso de preocupación con pensamientos persistentes y anticipadores
- Dificultades para prestar atención y concentrarse
- Miedo a perder el control
- Pensamientos negativos
Síntomas Emocionales
- Inquietud e irritabilidad
- Inseguridad sobre uno mismo y el futuro
- Tristeza
La ansiedad y la sensibilidad
Uno de los aspectos negativos y en los que mostramos cierta vulnerabilidad las personas altamente sensibles es en la tendencia a la sobreestimulación.
Nuestro sistema nervioso es más reactivo, así que percibimos y procesamos constantemente mucha información. Esto conduce a una sobrecarga emocional y sobreestimulación que a la larga puede llevarnos a estados de bloqueo mental y ansiedad.
Además, nuestra tendencia al perfeccionismo, la autoexigencia, la necesidad de control y las dificultades que presentamos para establecer límites, nos favorecen la saturación.
Debemos aprender a identificar las actitudes y estados que nos conducen a la sobreestimulación para poder aprender a gestionarlos y así evitar la ansiedad.
5 estrategias para combatir la ansiedad
- Autocuidado
El tiempo que dediques a cuidar tu cuerpo se verá reflejado en tu salud y en tu bienestar emocional.
Es importante que tomes consciencia de tu dieta y tu descanso. Aprende a mantener una dieta saludable e intenta corregir los malos hábitos. Evita los tóxicos como el tabaco o el alcohol e introduce en tu menú alimentos antiinflamatorios.
Mantén una rutina regular para conseguir un sueño reparador e intenta evitar la cafeína y las pantallas antes de irte a dormir.
- Mindfulness
Múltiples son los beneficios del mindfulness en la literatura, pero especialmente se ha considerado una herramienta que puede mejorar el bienestar psicológico y reducir los síntomas de estrés y ansiedad.
Te recomiendo que leas los libros del Dr. Mario Alonso Puig o escuches sus conferencias para profundizar en la práctica de la atención plena.
- Ejercicio físico
La actividad física es altamente beneficiosa para tu salud. Practica un deporte, baila o acude a clases de yoga. Adáptate a tus preferencias y descubre el beneficio del movimiento para tomar consciencia del cuerpo y liberar tensiones.
- Asertividad
Aprende a utilizar la asertividad en tu vida diaria para poder establecer los límites que necesitas. Para ello, deberás aprender a decir no de manera clara y respetuosa, así como, a afrontar las críticas de manera constructiva.
Te dejo más información sobre la asertividad en este enlace.
- Autocompasión
La autocompasión es una herramienta indispensable para cualquier persona altamente sensible. Aprender a cuidarse y a tratarse con el mismo amor que damos a los demás es esencial. Y lo podemos conseguir sin sentirnos culpables.
Te dejo el enlace a dos relatos sobre autocompasión y un episodio del podcast donde te doy más recursos.
¿Y tú, cómo gestionas la ansiedad?